París es la capital de Francia. Está situada en el norte del país, surcada por el Sena. La población de la ciudad propiamente dicha es de 2.153.600 habitantes, y constituye el centro de un área metropolitana de 12.067.000 habitantes, la más grande de la Unión Europea y del continente, y que corresponde a la Región parisina o "Isla de Francia" (en francés Île-de-France).
París es hoy en día uno de los líderes mundiales en la economía y centros bursatiles, y su influencia en la política, la educación, el entretenimiento, los medios de comunicación, la moda, la ciencia y las artes, todo ello contribuye a su estatus como una de las principales ciudades a nivel mundial.
MUSEOS:
Para los amantes del arte y los museos París será sin duda un paraíso que les dejará impresionados por la cantidad y calidad de sus museos, ya que aunque la presencia de uno de los principales museos del mundo como es el Louvre, ya justifica por si sola una visita a París, la oferta museística de la capital francesa dista mucho de acabarse ahí.
Sin duda el Louvre es la joya de la corona de los museos parisinos, un lugar donde se pueden pasar días enteros descubriendo y admirando maravillosos lienzos, esculturas u objetos herencia de civilizaciones pasadas. Si la idea es simplemente "ver lo principal" por falta de tiempo, el visitante lo tendrá difícil para elegir qué es "lo principal", aunque desde luego imprescindibles deben ser sin duda la visita a La Gioconda o Mona Lisa, la contemplación de la Batalla de Samotracia y el Código de Hammurabi si se quere ver al menos una muestra de pintura, escultura y de elemento histórico de gran influencia para la historia de la humanidad.
Al margen del Louvre, el segundo museo en importancia es el Museo d´Orsay. Situado enfrente del Louvre, en una antigua estación de tren, al otro lado del siempre presente Sena, el Museo d´Orsay recoge una extensa e importante colección de arte moderno, siendo uno de los principales referentes del mundo en este sentido.
Museo del LouvreRue de Rivoli
www.louvre.fr/espanol.htm
Museo de OrsayRue de la légion d´Honneur 1
www.musee-orsay.fr
Museo Rodin77 Rue de Varenne
www.musee-rodin.fr/
Museo de l´Orangerie Jardin des tuileries
www.paris.org/Musees/Orange/
Museo GrévinBoulevard Montmartre 10
www.grevin.com
Museo de Historia NaturalRue cuvier, 57 (en el Jardín de Plantas)
http://www.mnhn.fr/
Museo del erotismoBoulevard de Clichy, 72
www.musee-erotisme.com/
Museo Marmottan MonetRue louis Boilly 2
www.marmottan.com/
Museo Carnavalet (historia de París)Rue de Sévigné, 23
http://www.paris.org/Musees/Carnavalet/info.html
Vuelo a París:
Salimos desde el aeropuerto de Valencia a las 9:05 de la mañana, el viaje dura 2 horas y llegamos a París. El regreso es desde el aeropuerto de París al de Valencia duración del vuelo 2 horas con el avión directo sin escala.Un coste de: 1.191,01 €.
HOTELES:
Hotel Adagio City Aparthotel Paris Tour Eiffel:
Situado a orillas del Sena y cerca de la Torre Eiffel, este aparthotel de reciente apertura ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad y de algunos de sus monumentos más elegantes. Más información…
COMIDAS TÍPICAS:
Uno de los motivos para viajar a la ciudad de la luz es visitar sus excelentes restaurantes.
Francia y en concreto París, se considera la cuna de la alta cocina. En sus numerosos establecimientos se puede degustar cualquier plato típico de la comida regional francesa, si bien París pone a nuestro alcance un amplio número de locales en los que es posible disfrutar de las cocinas internacionales más representativas.
Dos tipos de gastronomía
La gastronomía francesa se caracteriza en gran parte por la exclusividad de su cocina. Ésta es la alta cocina francesa nacida en los años 70, en la que los chefs renuevan los platos clásicos de la antigua aristocracia, dándoles un toque moderno y ligero, y preocupándose por el aspecto nutricional. Este tipo de gastronomía ofrece auténticas "delicatessen", platos que en general se caracterizan por contener pequeñas raciones de alimentos cuidadosamente elaborados. Este tipo de cocina exige un esfuerzo considerable para el bolsillo de los turistas, si bien actualmente existen restaurantes de estas características, en los que se puede comer a precios bastante asequibles.
Por otro lado existe un tipo de gastronomía más regional y típica. Es un tipo de cocina "de todos los días" que antiguamente se consumía en las zonas rurales de Francia. Uno de los platos más sabrosos y populares de esta gastronomía es la sopa de cebolla, que ningún turista ha de olvidar probar si visita esta ciudad.
Gracias a la gran oferta de restaurantes existente en París, el turista puede elegir tanto un tipo de gastronomía como la otra, y disfrutar plenamente de la cultura culinaria francesa.
Panes, quesos, postres y vinos: sencillamente exquisitos
La variedad de panes que París ofrece a sus turistas es inmensa. Se puede encontrar desde la típica "baguette", muy popular en nuestro país desde hace un tiempo, hasta los panes más gruesos conocidos con el nombre de "pains", pasando por los típicos brioches. Resulta prácticamente imposible visitar París y no probar alguno de sus excelentes panes, ya que en esta ciudad existen más de 350.000 panaderías.
Nada mejor que acompañar uno de estos exquisitos y tradicionales panes con un queso de calidad. La cantidad de quesos franceses a probar es tan extensa, que seguro que alguno de ellos se adapta incluso al paladar más exigente. Uno de los que destaca entre esta amplia variedad es el Camembert, un queso que se caracteriza por su intenso sabor y suave textura.
La pastelería es sin duda otro de los puntos fuertes de la comida francesa. Todo chef francés que se precie, ha de ser también un buen repostero, por lo que la calidad de los postres, así como su exquisita y cuidada presentación hacen de estos verdaderos manjares. La variedad de pasteles es enorme, y entre ellos no se puede dejar de probar los "pettits fours", los merengues o los típicos buñuelos.
Otro de los productos esenciales en la gastronomía francesa es sin duda el vino. Destacan entre otros el Borgoña, el Coñac y por supuesto el Champagne. Si bien, cada región de Francia tiene su propio vino, siendo por ejemplo los de la zona de Provenza, unos de los más suaves y ligeros. Existe también una serie de vinos que se engloban dentro del grupo de los "Vin de table", que resultan bastante más económicos y de una calidad nada despreciable.
Diferentes culturas
Si se realiza un viaje a París, está claro que no se puede abandonar la ciudad sin haber conocido su excelente gastronomía, pero esta ciudad también ofrece al viajero otras muchas ofertas culinarias procedentes de diferentes partes del mundo, y de notable calidad. Existen estupendos restaurantes chinos, italianos y griegos, estos últimos mayormente concentrados en el barrio Latino. Pero además resulta muy gratificante probar la comida procedente de los países que han tenido relación con Francia a lo largo de la historia, como son África o Vietnam, ya que su oferta gastronómica puede resultar realmente sorprendente.
Para que la visita a París resulte inolvidable, nada mejor que terminar el viaje con una cena en el restaurante del segundo piso de la famosa Torre Eiffel, de fama internacional.
Dos tipos de gastronomía
La gastronomía francesa se caracteriza en gran parte por la exclusividad de su cocina. Ésta es la alta cocina francesa nacida en los años 70, en la que los chefs renuevan los platos clásicos de la antigua aristocracia, dándoles un toque moderno y ligero, y preocupándose por el aspecto nutricional. Este tipo de gastronomía ofrece auténticas "delicatessen", platos que en general se caracterizan por contener pequeñas raciones de alimentos cuidadosamente elaborados. Este tipo de cocina exige un esfuerzo considerable para el bolsillo de los turistas, si bien actualmente existen restaurantes de estas características, en los que se puede comer a precios bastante asequibles.
Por otro lado existe un tipo de gastronomía más regional y típica. Es un tipo de cocina "de todos los días" que antiguamente se consumía en las zonas rurales de Francia. Uno de los platos más sabrosos y populares de esta gastronomía es la sopa de cebolla, que ningún turista ha de olvidar probar si visita esta ciudad.
Gracias a la gran oferta de restaurantes existente en París, el turista puede elegir tanto un tipo de gastronomía como la otra, y disfrutar plenamente de la cultura culinaria francesa.
Panes, quesos, postres y vinos: sencillamente exquisitos
La variedad de panes que París ofrece a sus turistas es inmensa. Se puede encontrar desde la típica "baguette", muy popular en nuestro país desde hace un tiempo, hasta los panes más gruesos conocidos con el nombre de "pains", pasando por los típicos brioches. Resulta prácticamente imposible visitar París y no probar alguno de sus excelentes panes, ya que en esta ciudad existen más de 350.000 panaderías.
Nada mejor que acompañar uno de estos exquisitos y tradicionales panes con un queso de calidad. La cantidad de quesos franceses a probar es tan extensa, que seguro que alguno de ellos se adapta incluso al paladar más exigente. Uno de los que destaca entre esta amplia variedad es el Camembert, un queso que se caracteriza por su intenso sabor y suave textura.
La pastelería es sin duda otro de los puntos fuertes de la comida francesa. Todo chef francés que se precie, ha de ser también un buen repostero, por lo que la calidad de los postres, así como su exquisita y cuidada presentación hacen de estos verdaderos manjares. La variedad de pasteles es enorme, y entre ellos no se puede dejar de probar los "pettits fours", los merengues o los típicos buñuelos.
Otro de los productos esenciales en la gastronomía francesa es sin duda el vino. Destacan entre otros el Borgoña, el Coñac y por supuesto el Champagne. Si bien, cada región de Francia tiene su propio vino, siendo por ejemplo los de la zona de Provenza, unos de los más suaves y ligeros. Existe también una serie de vinos que se engloban dentro del grupo de los "Vin de table", que resultan bastante más económicos y de una calidad nada despreciable.
Diferentes culturas
Si se realiza un viaje a París, está claro que no se puede abandonar la ciudad sin haber conocido su excelente gastronomía, pero esta ciudad también ofrece al viajero otras muchas ofertas culinarias procedentes de diferentes partes del mundo, y de notable calidad. Existen estupendos restaurantes chinos, italianos y griegos, estos últimos mayormente concentrados en el barrio Latino. Pero además resulta muy gratificante probar la comida procedente de los países que han tenido relación con Francia a lo largo de la historia, como son África o Vietnam, ya que su oferta gastronómica puede resultar realmente sorprendente.
Para que la visita a París resulte inolvidable, nada mejor que terminar el viaje con una cena en el restaurante del segundo piso de la famosa Torre Eiffel, de fama internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario